El baile de los inocentes
La luz se apaga. El momento que aguardaba ha llegado. El ojo del huracán se instala en nuestro antro y los sonidos característicos de una canción surgen de nuestro entorno. En esta breve tregua, todas las mentes, enloquecidas chillan, saltan, las manos en alto, con el símbolo del diablo.
En el baile de los inocentes, cada alma se corrompe unos instantes con sinfonías que en su hipocresía blasfeman. Se mueven y cantan pero sus bocas volverán a llamar ruido a nuestros himnos, cuando a los cuatro minutos se detenga la batería.
Sé que no pertenezco a este sitio. Me confundo entre el caos y parezco inocente cuando mi cuerpo traidor siente con acordes latinos. Pero, otro sábado a la misma hora, las luces volverán a apagarse y de nuevo se detendrán los ritmos que conducen todas las polillas a la luz.
2 Commentaires:
En estos pequeños aquelarres, es donde me siento a años luz. Quisiera pertenecer a algún ritual por pequeño que sea pero no...
no pertenezcom, ni siquiera a mí.
Besos
Todos pertenecemos a algo, a algun lugar,... A veces uno está perdido y tarda en encontrar su sitio.
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