Dejando atrás las siete puertas de la ciudad
Era como si la hubiera visto abrazada al cuerpo de su hermano, como si hubiera estado allí cuando ella no entendía por qué razón debía aceptar tal afrenta, por qué debía arrodillarse ante el dueño y señor de la ciudad que desde su razón exigía que la tierra jamás fuera sepultura del traidor sino el alimento de caroñas y cuervos.
Viéndola a ella allí, segura y altiva, consciente de que eligia la mortaja en lugar de la vida, entendí cuan errados habían sido mis pasos y, tras ese largo vagar entre desconcertantes brumas, al fin reemprendí la marcha.
Atrás queda ahora la encrucijada, atrás entonces la tumba en la que ella fuera encerrada viva, atrás se quedarían los cuerpos de quienes la amaron, de quienes lloraron la ceguera de su dueño y señor, atrás espero quedaría mi propia insensatez, mi propia locura no contada a otro loco que sonríe.
3 Commentaires:
Tan trágico...siempre me ha parecido escalofriante el valor de esa muchacha.
Muy bonito el texto y el banner que has puesto. ¿Lo has diseñado tu?
Besos
Sigues siendo tan gótica...
El banner me lo hizo Corazón de las Tinieblas, y quedó genial. La verdad es que estoy dando saltos en mi telaraña... :D Es toda una artista.
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