Un cielo entre llamas
En esta hora me encuentro
que de pronto la vida siento
y que el cielo, magnánimo,
una sonrisa me tiende.
Los ritmos que me salvan sin embargo,
desde las entrañas de la tierra provienen:
cientos de manos se alzan,
cientos de cuerpos saltan
ante la locura que desatan
las llamas en la tierra.
En esta hora me encuentro
que todos mis hermanos me arropan
y que el cielo magnánimo
una luz me muestra.
Cientos de gargantas gritan,
cientos de almas comunian
el mismo sentir ante el cielo
que las llamas desatan.
No hay más luz
que cure el dolor,
ni tan siquiera sombras
que nuble mi rostro,
mientras nuestras voces se alcen
y hagan temblar las sotanas más pulcras.
3 Commentaires:
Se ve que lo pasaste genial. Nada, me alegro mucho pero sigues siendo mala persona.
Besines ;)
Un cambio de humor eh?
Hoy incluso podrías haber pintado de rosa tu blog... vale, no es para tanto. pero si no hay nada que pueda empañar la sensacion de este día, me alegro por tí.
Ayer regresé tambien con optimismo del fin de semana... a lo largo de la semana me curaré ;)
Esposa, en rosa no, mi hermanita y yo jamás caeremos :D
Bonito poema, nena, no rosa pero sí luminoso...
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