El mago de las islas
La sombra que le perseguia
y que cazaba él a su vez,
su mismo nombre tenía
cuando de las llamas naciera
con un conjuro prohibido.
Recorriendo el mundo de islas
se perdió y de las aguas bebió
haciendo nacer de la sombra un nuevo rostro,
el suyo propio, alimentado de odio.
Recorriendo el mundo de islas
se halló ante ante su propio laberinto,
en tumbas oscuras y húmedas,
alimentadas de rostros sin nombres,
como el suyo propio,
antes de que la sombra fuera suya,
antes de que los cielos se poblaran
de nuevas sombras con alas.
La sombra que lo perseguía
era su propia ira,
la tuya, la mía,
la que nos hace falta
y nos complementa,
la que nos mira a los ojos y grita.
Libellés : personajes, poesía
0 Commentaires:
Enregistrer un commentaire
<< Home