Despierta
¿Es este tu verdadero nombre,
tu auténtico rostro,
el que no quiere verme,
el que me hace daño y se rie?
Crees
que nuestros ojos no ven,
que tantos corazones
no podrán advertir
que entre la máscara y el hueso
ya no hay piel.
Tu auténtico nombre,
por la visera de ese yelmo oxidado,
ya no reconoces
quien me mecía antaño
y me canturreaba a la vez.
Crees
que los cristales rotos no cortan,
que el aceite que hierve no te quemará,
pero no puedes advertir
que entre tu carne y el mundo
ya no hay vida.
Despierta.
Libellés : poesía
0 Commentaires:
Enregistrer un commentaire
<< Home