"Devorad insensibles mis despojos" me dijo Baudelaire a mí y los míos, hace ya tiempo entre sonrisas heladas, "decidme si sabéis si aún esperan más torturas a un viejo cuerpo falto de su alma que está muerto entre muertos."
"Decidme pues" nos dijo y apenas le contestamos. Eran otros tiempos. Muchos de los nuestros ya apenas eran temidos y florecieron castas enemigas y cazadores de vampiros.
Quizás tengamos alma, quizás solamente esté torturada en un cuerpo frio y sin vida. ¿Nuestras sonrisas o nuestros llantos acaso son verdaderos? ¿Lloramos en serio cuando perdemos a uno de los nuestros?
En todo caso aguardo hoy la frialdad de la piedra con la esperanza de que haya un nuevo atardecer mientras sola me pregunto si, cuando le veo, siento realmente ese ramalazo punzante cruzándome el cuerpo o es el recuerdo de otro sentir más profundo.
"Decidme pues" nos dijo y apenas le contestamos. Eran otros tiempos. Muchos de los nuestros ya apenas eran temidos y florecieron castas enemigas y cazadores de vampiros.
Quizás tengamos alma, quizás solamente esté torturada en un cuerpo frio y sin vida. ¿Nuestras sonrisas o nuestros llantos acaso son verdaderos? ¿Lloramos en serio cuando perdemos a uno de los nuestros?
En todo caso aguardo hoy la frialdad de la piedra con la esperanza de que haya un nuevo atardecer mientras sola me pregunto si, cuando le veo, siento realmente ese ramalazo punzante cruzándome el cuerpo o es el recuerdo de otro sentir más profundo.
Publié par Aina á 08:33
2 Commentaires:
Sep, claro que tenéis alma. Aunque no sabría decirte de qué color :D
¿porque preocuparse por ello? Las cosas mejor dejarlas venir como sean que contra lo que tenemos dentro nada puede. Y contigo dudo que exista nada que pueda ;)
Despues de todo, hay cosas que sobreviven a la muerte.
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